Fue una de las primeras medidas que anunció Ángel Valencia tras asumir como fiscal nacional del Ministerio Público. La creación “a la brevedad posible”, según dijo, de una “Unidad Investigadora” de amenazas contra fiscales y autoridades. Dicho anuncio lo realizó durante su viaje a la región de La Araucanía, territorio en el que precisamente se han dado casos de esta índole.
“Los y las fiscales son abogados del pueblo de Chile. Debemos fortalecer la seguridad de quienes con su trabajo permiten que las personas estén seguras”, expuso en la actividad. Y es que el crimen organizado en Sudamérica -con presencia en el país- ha dado muestras de su poder, con el que incluso son capaces de amedrentar a la autoridad. Y más.
El avance del crimen organizado está a la vista. El aumento de homicidios con imputado desconocido, la frecuencia de hechos de sangre en las calles y la llegada de grupos internacionales ha puesto en alerta a las autoridades. Y también a los fiscales del Ministerio Público, quienes son los encargados de investigar y desarticular dichas organizaciones delictuales.
Al interior de la Asociación Nacional de Fiscales (ANF) hay preocupación, y se lo han hecho saber a las máximas jerarquías de la institución. Una consulta de opinión de la misma ANF reveló que una cifra no menor de persecutores han sido víctimas de amenazas a raíz de su cargo o por investigaciones asignadas. Los grupos criminales en Sudamérica han dado muestras de su poder.