Telecommunication tower on blue sky blank background. Used to transmit television and telephony signal
El sector funciona como matriz energética de las infraestructuras digitales de conectividad y aunque han respondido a la alta demanda con inversión, fibra óptica, 5G y reducción de la brecha de conexión, viven momentos desafiantes y decisivos.
Santiago, 22 de noviembre de 2022.- Si hay un sector que ha soportado los altos niveles de demanda de aplicaciones, conexiones y servicios digitales es el de telecomunicaciones. Ciertamente, es la industria que permite habilitar y disponibilizar las tecnologías que hoy están cambiando al mundo.
Precisamente, ante este escenario de alta congestión y demanda de conectividad de empresas y hogares, el informe Telecommunications Risk Factor Survey de BDO asegura que se espera que la industria global de las telecomunicaciones supere los US$1,4 billones en 2023.
“Los patrones de consumo cambiaron con el trabajo remoto, uso de aplicaciones de servicio móvil y plataformas de streaming que, sumados al 5G, están poniendo a prueba la estabilidad y disponibilidad de los servicios de conectividad”, explica Rodrigo Mena, Country Manager de SUMA Móvil Chile.
El crecimiento de la demanda es proporcional a la criticidad que hoy configuran las telcos, consideradas como infraestructura crítica. Por esa razón, además de un entorno regulatorio, tecnológico, competitivo y dinámico, la industria se encuentra ajustando sus estrategias y operaciones.
“Hay tendencias emergentes que requieren de infraestructuras de redes robustas para responder y satisfacer vidas, negocios y servicios digitales. Por ello, los operadores siguen apostando por la automatización para aumentar clientes y el alcance geográfico”, precisa Mena.
Riesgos de negocio
El despliegue de 5G, además de la situación macroeconómica, crisis geopolítica, adopción de tecnologías, ciberseguridad y expectativas de clientes, están configurando las estrategias para capturar oportunidades en un mundo hiperconectado.
Con un alto número de puntos de entrada vulnerables para los ciberataques, además de un cambio en las expectativas del cliente, existe una gran necesidad de conectividad avanzada que sea estable y segura. En ese sentido, según BDO, son al menos cinco factores de riesgo que enfrentan actualmente las empresas.
Nuevas leyes y regulaciones. Los marcos regulatorios deben ser actualizados conforme cambian las necesidades, sin embargo, crean desafíos para las telcos, sobre todo con la privacidad/protección de datos y el cambio climático, afectando la rentabilidad, el crecimiento y la prestación de servicios. Y no cumplirlos trae daños financieros y de reputación.
Alta competencia. El rápido desarrollo de nuevas tecnologías, productos y servicios ha acelerado la competencia en la industria. Actualmente, muchas empresas luchan por innovar con una amplia gama de soluciones competitivas. Dependiendo de esto, se define la posición en el mercado y preferencia de clientes.
Ataques físicos y digitales. Los robos de cables por el cobre, además de las ocurrencias de virus informáticos, piratería informática, ransomware e ingeniería social maliciosa con alta sofisticación siguen en alza. Además de causar pérdidas financieras significativas y a la reputación, las empresas pueden sufrir fallas en los equipos, pérdida de información confidencial e interrupciones propias y de los clientes. Por ello, se están activando procedimientos de control e implementando acciones preventivas para mitigar los riesgos y reducir los efectos.
Rodrigo Mena, Country Manager de SUMA Móvil Chile
Interrupciones. Sin disponibilidad no hay confiabilidad. Es decir, cualquier interrupción o falla en la infraestructura causadas por desconexiones de energía, accidentes técnicos, desastres naturales o eventos similares pueden conducir a la pérdida de clientes e ingresos. Además, pueden causar pérdida de información mantenida en los sistemas y redes de TI. Por ello, hay que actualizar regularmente las redes y sistemas para garantizar servicios continuos y de alta calidad.
Renovación de tecnologías. Con alta demanda y evolución de tecnologías, los operadores deben modernizarse continuamente para ser competitivos. Sin duda, hay una necesidad de seguir el ritmo de los avances tecnológicos como factor para el éxito a largo plazo ya que permite experiencias más satisfactorias para los clientes.
“Las telecomunicaciones son fundamentales y críticas para el funcionamiento de la sociedad moderna, inteligente y digitalizada que exigen los usuarios. Frente a la alta demanda, las capacidades digitales y el despliegue de tecnologías, el sector debe seguir innovando y enfrentando los desafíos de manera colaborativa ya que los riesgos de interrupción son cada vez más altos”, sentencia Mena.